La separación: un camino doloroso
Una separación de la pareja trae consigo momentos emocionales difíciles. El sufrimiento, el estrés, y el malestar emocional y físico suelen ser habituales antes, durante y después de una ruptura amorosa. A veces, estos sentimientos y este dolor nos hace imposible gestionar la separación de manera adecuada, olvidando incluso lo que es mejor para nosotros mismos, al dejarnos llevar por el orgullo, la tristeza, la incomprensión e incluso el odio. La separación puede estar motivada por muchas cuestiones: una convivencia difícil o imposible, la desaparición con el tiempo del sentimiento que les llevó a estar unidos como pareja, la mala comunicación, la necesidad de una tercera persona para volver a entenderse, una infidelidad y la posterior pérdida de la confianza, mala organización en las tareas del hogar o diferencias en la manee de educar a los hijos, entre otras.